lunes, 12 de diciembre de 2011

25º Cumpleaños de la Casita

Como ya sabeis el pasado día 2 de diciembre se celebró el 25º cumpleaños de "La Casita".
Para esta ocasión, hemos tenido el privilegio de participar de forma muy especial. Una de nuestras mamás, Erika, tuvo la genial idea de hacer algo especial, invitar a este cumpleaños a aquellas "seños" que iniciaron este proyecto hace 25 años y también a una representación de aquellos papás entonces, abuelos hoy, que con su trabajo materializaron la Casita.
En una reunión lo propuso y a todos nos pareció muy buena idea. De igual forma se le traslado la idea al equipo docente del centro y también les pareció muy buena idea.
Así que, manos a la obra. Se hicieron las invitaciones y se entregaron a todas estas personas. A la vez, las mamás del AMPA preparaban una representación teatral, "Ricitos de oro", para llevarla a escena el día del cumpleaños.
Como no podía faltar, se preparó una tarta, pero este año Celia tuvo otra genial idea, y también la tarta era especial. Se hizo con galletas, natillas y chocolate, por lo que a los niños les encantó. Y rematando la celabración se le compró un regalito a "La Casita",...... unas preciosas persianas nuevas.
Ya estaba todo listo, así que ........¡Acción!

Llegado el día, Erika se encargó de escribir un precioso cuento para que los niñ@s conocieran un poco mejor la historia de "La Casita" (ya teneís el cuento por aquí)
                  Erase una vez, hace mucho tiempo, en un lugar donde  muchos niños  pequeños aprendían  y jugaban Les gustaba mucho jugar a papás y mamás, en cajas de cartón y plástico, pero siempre, estos niños, soñaban con tener una casa pequeña, como ellos, pero de verdad.
Pero… un día aparecieron dos hadas mágicas y pensaron ¡¡si usamos nuestra magia y trabajamos con duendecillos!!
Entonces las hadas mágicas decidieron hablar con los duendecillos y les comentaron que trabajando todos juntos podrían hacer una casa pequeña, con todo muy pequeño, para que jueguen los niños pequeños.
Los duendecillos dieron saltos de alegría y muy rápidamente todos se pusieron a trabajar:
Unos hacían el suelo, otros las paredes y el tejado, otros las ventanas, otros le instalaron la luz y el agua, otros la pintaban, otros hacían los muebles, otros las ropas de los muñecos, las cortinas, las  sábanas,… y así hasta que la casa se terminó con todo pequeñito para que así los niños jugasen en una casa de verdad.
Ya terminada, se hizo una fiesta con una gran tarta para que todos los niños, duendecillos y hadas comieses y así la casita se abriera para jugar.
Entonces ese día se descubrió que los duendecillos eran los padres de esos niños pequeños y que las hadas mágicas eran dos maestras llamadas Isabel y Mercedes a las que nunca se les acabó la magia.
Desde entonces en la casita juegan muchos niños y con ellos los duendecillos /as, arreglan y cuidan  de la casita.
Y colorín colorado este cuento nunca se ha acabado porque la ilusión y los sueños de los niños nunca acabarán.

Las mamás representarón su obra de teatro, las seños cantaron "cumpleaños feliz", y a Celia se le pasó el stress que le había producido llevar la batuta de la tarta.

Y todo esto para qué? se puede preguntar alguién.
Pues muy sencillo, para ver una sonrisa en la cara de los niñ@s tan grande y tan sincera que cualquier otra cosa no tiene comparación.
Todos disfrutaron mucho de este día, seños actuales y antiguas, abuelos, mamás, papás, y por supuesto ellos y ellas, nuestros niñ@s, los más importantes.







Aquí os dejo algunas fotos de ese día. Pronto habrá más

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